Me despierto a las 8 disfrutando la cama del hostel, lo que se está convirtiendo en una costumbre en estos últimos días. Preparo mi desayuno y teniendo en cuenta que la bicicleta recién va a estar lista al mediodía, aprovecho la mañana para ir a leer a la playa del lago. El lugar es muy bonito, hay sol a pleno así que me entrego al placer de la lectura. Se hace rápidamente mediodía, así que vuelvo al hostel a almorzar, llegan las 2 de la tarde y no me llaman para ir a buscar la bici tal como me habían prometido, por lo tanto si la montaña no va a Mahoma, viceversa (era así?), me gana la ansiedad y me voy a buscar la bici, la cual está lista y reparada, rayos reemplazados, ajustados, y rueda alineada; según me dicen debería aguantar los 400 kilómetros que me quedan. Se hacen las 3 de la tarde, demasiado tarde para salir a pedalear, además me siento muy a gusto en Wanaka así que decido descansar lo que queda del día y arrancar mañana temprano para Queenstown, teniendo en cuenta que voy a hacerlo a través del Crown Range, un paso de montaña que según todos me dicen es muy empinado y por ende durísimo. Aprovecho también que el manager del hostel -no sé porqué razón, aunque no me quejo- me obsequió la noche del hostel. Vuelvo entonces al hostel, veo una película, termino de leer mi libro, veo otra película con el resto de la gente del hostel hasta que finalmente me voy a dormir y descansar para la dura prueba que me espera mañana.
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